No permito autoridad alguna que censure. La censura de cualquier tipo, es el motivo de la perdida de dicha autoridad. No pueden atender sus fines y sus prioridades tomando mi mano de obra y despues, desatender mis fines y prioridades y además llamar rebelión o soberbia a la suplica de auxilio. No admiten turno de replica.
Y todo porque consideran que esta es su nación. No comprenden que conservan su nación porque nosotros
Así como el paso del tiempo se abalanza feroz sobre nuestras vidas, lo hizo la precoz madurez y la colera que llevaba de la mano consigo sobre aquel niño. Como un joven león aspirante a reinar algún día en la selva, abrió sus fauces y rugió:
Por muy cerdos que sean algunos hombres, por muy zorras que sean algunas mujeres, por muy peloteros que seamos a veces o por muy bichos raros que podamos sentirnos, nada pinta esa fauna en el amor. Ojalá y pudiéramos tomarnos este asunto como ellos. Pues bien si es verdad que sería más aburrido, no nos preocuparía. Solo nos guiaría el instinto.
Aun así, y cambiando -discúlpame- un poco de tema, me gustaría hablarte de otro fenómeno que se da en la naturaleza:
Solo yo sabía sobre que plumas descansaban su peso. Ahora el peso de mi hoja dibujaba sobre su piel, dotada de agilidad escribana, con la tinta escarlata