domingo, 16 de diciembre de 2012

Demasiados cosas para mañana.

Demasiadas cosas para mañana, y el mañana no llega...
Son demasiadas las cosas que dejamos para después: Escribir en el blog, llamarte, estudiar, buscar curro, decir te quiero, abrazar a tus padres, perdonarnos... porque pensamos que la oportunidad siempre estará ahí. Pero nos equivocamos...



Los días pasan y pasan, los trenes parten, las horas vuelan y las oportunidades escapan. Papá sufre un infarto y tú ni has tenido tiempo de decirle cuanto sientes estar perdido, tedioso, sin arrimar demasiado el hombro en casa. Ni si quiera has tenido tiempo de decirle que le quieres.

Ella se marchó, y todo porque dejasteis problemas de los que erais conscientes, para arreglarlos al día siguiente. Ahora solo te queda su recuerdo en fotos. Y las fotos no devuelven los besos...

Hoy, me he propuesto no tachar más días del calendario sin haber logrado una meta diaria. Hoy, no dejo lo de escribir  en el blog para mañana. ¿Qué tocará mañana? No sé... hay mucho por hacer.

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