jueves, 31 de enero de 2013

Obsoleto. (Punto final)


Esta vez, escribo algo distinto. Esta vez no escribo por necesidad, si no por disciplina. Esta vez no quiero intentar ser brillante ni metafórico, si alguna vez lo he sido, en lo que diga para así no dar lugar a la equívoca interpretación de mis palabras. Hoy quiero hacer un manifiesto, una declaración de intenciones pero no una síntesis de sentimientos.

Aun recuerdo cuando, cursando segundo de bachillerato y con un futuro académico algo incierto, estudié la filosofía de Nietzsche. Fue entonces cuando oí por primera vez el término del Nihilismo. Y yo, rebelde sin pausa y en busca de una causa de peso, discutía la teoría de Nietzsche, confesando a mi profesora que solo lo hacía por que me daba coraje pensar parecido a él. A simple vista, puede sonar estúpido. Pero era entonces cuando yo estaba empezando a conocerme, al menos a conocer a mi yo en transito.

miércoles, 30 de enero de 2013

Cruce de caminos. (El último, antes del último).

¿Os habéis hallado alguna vez en un cruce de caminos?

Desorientado. Fuera de mi. Buscándome.

Así ando, por mi camino o el de otro, pues ya perdí el rumbo. Pero el camino se bifurca y yo no sé interpretar las señales porque estas, están en el lenguaje del que sabe lo que quiere. Yo no estoy seguro. Y tiene gracia, porque antes, lo tenía todo tan claro...

martes, 29 de enero de 2013

Frágil. (El anterior, al ultimo antes del ultimo.)



Hoy, el tiempo es una espiral que no para de llevarme siempre al mismo punto. Pasan los días. Pasan y los veo pasar con el tedio de seguir aquí un día más y con el orgullo, de quien logra seguir sobreviviendo. Como un niño pasando cromo a cromo, con su montón de “repes” en la mano.