domingo, 20 de octubre de 2013

A merced de sus expectativas (El primer rugido de el león).


Así como el  paso del tiempo se abalanza feroz sobre nuestras vidas, lo hizo la precoz madurez y la colera que llevaba de la mano consigo sobre aquel niño. Como un joven león aspirante a reinar algún día en la selva, abrió sus fauces y rugió:



Injusticia. Eres una persona injusta.

No sabes lo que te mereces.  Y  a veces exiges aquello que no puedes o deshechas lo que realmente necesitas.

No es que yo tenga el privilegio de saber lo que la gente se merece o no, es que desde luego, existen derechos universales que sinceramente, me parece estupendo que tú decidas ignorar. Pero no esperes que todos hagamos igual.

Yo no tengo porque vivir a merced de tus expectativas o del miedo. Algunos no queremos poner la otra mejilla ni mirar a otro lado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario