miércoles, 9 de octubre de 2013

Tú y solo tú, eterno.

Soneto libre. Distribución clásica en dos cuartetos y dos tercetos. Rima variable. Métrica libre. Compuesto en una madrugada, víspera del decimoprimer mensuario - ¡qué joven tan inocente era! - de un amor ya marchito. Nació en lo que por su puesto fue, un arrebato de inspiración al recordar su nombre. Hoy le deseo: "Que te sean propicios la suerte y el amor, que el viento sople a tu favor".

En tanto que el amor se antoja eterno,
tú y solo tú, eres mi sustento.
Y en tanto que sin soñarte no duermo,
eres el sueño que soñar siempre he soñado.



Tú y solo tú, de edén, fruto vedado
que son tu piel, tus besos, tu aliento.
Regalos que llevan escrito el pecado
de amar, sin ningún remordimiento.

Pureza, sencillez, eres puro sentimiento.
Sueño soñado y más tarde añorado
cuando despierto, que al ver a mi lado

respirando, real y vivo, quedo exento.
Puro, sencillo, así es lo que siento.
Lo que alguna vez se antojó eterno.


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