miércoles, 6 de febrero de 2013

¿Por orgullo o amor propio?

Ahora lo entiendo. Yo lo escribí. Estaba tan claro que incluso yo, ciego, podía verlo. Y luego se me olvidó a la hora de pedirte cuentas, cuando nunca se me dio bien sumar ni restar... Recuerdo que decía algo así como:

        - ¡No me dejes!  
        - Lo siento.
        - ¡Pero si yo
te quiero!
        - Lo sé. Yo también y por eso lo hago.
        - Porque ¿me quieres?
        - No. Porque yo también me quiero.

Lo llamé "Voluntad". Hoy me cuesta saber diferenciar entre la delgada línea de si fue por orgullo, o por amor propio.

Otro ladrillo al muro.



       


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